Hacía ya unos cuatro años que llegó a nuestras manos información sobre una ruta senderista que circundaba la comarca de El Bierzo en la provincia de León. Respondía al nombre de La Mirada Circular y con ese nombre se  localizaba con abundante y detallada información en Internet (www.lamiradacircular.com).

Se trata de un recorrido compuesto de 15 etapas diarias que atraviesan los imponentes montes que delimitan la comarca de El Bierzo. Las etapas transcurren por caminos y sendas entre distintas aldeas, bajando a profundos valles en unos tramos, cresteando en otros, y ascendiendo a imponentes alturas en varios de ellos. En el centro de El Bierzo marcando algo así como los puntos de referencia de las etapas, las poblaciones de Ponferrada, Villafranca del Bierzo y Fabero. Cerca de ellas, múltiples explotaciones mineras y varias centrales térmicas (Compostillas, por ejemplo). Además, la autovía A6 Madrid a La Coruña (de sureste a noroeste de El Bierzo) y las distintas derivaciones hacia el norte a Villablino y hacia el oeste camino de Orense.

La salida desde Valencia se realizó el día 12 de noviembre de 2012 planificando el regreso para el 18. Total 5 días para completar etapas de La Mirada Circular y 2 más para los viajes.

Las etapas previstas eran:

Salida de Valencia a las 6:30 por la autopista A3 dirección a Madrid. Se utiliza una furgoneta de 9 plazas. Almuerzo en una de las áreas de servicio de la autovía sobre el km. 200.

Con el fin de no pasar todo el día sentados en la furgoneta, decidimos hacer una parada en Cercedilla en la sierra de Guadarrama para realizar un recorrido hasta el alto del puerto de la Fuenfría y hacer una poco de ejercicio. Llegamos a las 11:30 a la salida de Cercedilla donde habíamos quedado con nuestro amigo de Madrid Miguel Ángel Moreno que nos hace de guía. Tiempo utilizado en subir y bajar, casi 3 horas. La subida discurrió por la calzada romana y la bajada por la calzada de Felipe V.

Al finalizar, comida en unas mesas habilitadas junto a la Fuente de la Teja en los alrededores de Cercedilla. A las 15:30 seguimos marcha hacia El Bierzo tras despedirnos de Miguel que retorna a Madrid.

Sobre las 20h. llegada a Salentinos, aldea perteneciente al municipio de Páramos del Sil. Alojamiento en un albergue excelente que aun estaba en obras. La capacidad del lugar es de 11 personas y lo ocupamos completo. Este iba a ser nuestra residencia durante dos noches.

 MARTES 13 DE NOVIEMBRE

La aldea de Salentinos está a 1.180m. sobre el nivel del mar y el pico Catoute a 2.112 metros. La ascensión a este pico forma parte del Camino del Oso de la Mirada Circular. Por motivos de nuestra organización, decidimos no hacer esa ruta completa pero sí subir al Catoute desde la citada aldea. Esta cima es la más elevada de todo el recorrido que circunvala El Bierzo.

Nos acompañó en la ascensión Senín, hijo de los propietarios del albergue en el que nos hospedábamos. Fue un excelente guía que nos llevó por lugares que no teníamos previsto recorrer. Además, en todo momento demostró su profundo conocimiento del terreno, de su flora y de su fauna. Es de destacar las ocasiones en que estuvo rastreando indicios de la presencia de osos y lobos.

La ida al pico Catoute se hizo ascendiendo suavemente el valle en el que se encuentra Salentinos, atravesado por el río o arroyo del mismo nombre, también conocido como río o arroyo de la Tejera. Al comienzo, frío intenso con una fuerte escarcha que cubría tierra y plantas. El día despejado. Poco a poco, al ascender, se van sucediendo poblaciones de robles, servales y arbustos del sotobosque. Pero lo que más llamaba la atención fueron los bosques de abedules, en su momento de esplendor otoñal con las hojas totalmente amarillas, que se situaban flanqueando los barrancos y los cauces que descendían de ambos lados del valle hasta unirse con el Tejera.

A medida que se ganaba altura se fue perdiendo la vegetación y la nieve hizo su aparición en el suelo haciéndose poco a poco más espesa. Finalmente ascendimos por la última cresta que nos llevó al Catoute desde donde se dominaban unas vistas espectaculares sobre los valles bercianos y sobre los Picos de la Cordillera Cantábrica en la dirección a Asturias. Comida al sol a una cota un poco más baja.

El regreso se hizo cresteando por la parte izquierda del valle de Salentinos hasta descender, con muy abundante nieve, en dirección a la aldea incorporándonos a la ruta hecha por la mañana dos kilómetros antes de la llegada.

Cena en el Bar el Cruce (un botillo berciano que comimos a las 19h.) y noche en el albergue de Salentinos.

 MIÉRCOLES 14 DE NOVIEMBRE

Este día lo dedicamos a la Senda de los Celtas que está situada en la zona noroeste de la comarca. Termina en Pereda de Ancares y comienza en  Perenzanes. Para ello nos trasladamos con la furgoneta el valle de Fornela donde se inicia la ruta.

El camino se hizo desde la aldea de Chano (1.000 m.) pues desde Perenzanes tendríamos que haber caminado unos kilómetros por la carretera local. El recorrido total fue de 23’63 km. Día radiante de sol y frío. La ruta asciende el valle de Fornela  y desciende por el valle de Ancares . La subida acumulada fue de 716   m.

La ruta por el valle de Fornela pasa por Guimaras a pocos kilómetros de Chano. Las laderas del valle estaban jalonadas por pequeños bosques amarillentos de robles y abedules. Toda la ascensión la hicimos con nieve que fue aumentando gradualmente en espesor hasta llegar a la zona más elevada del valle (alto del Boquín a 1.600 m. de altitud) donde alcanzó unos 15 cm. La comida en mitad del camino cuando ya descendíamos, una vez desaparecida la nieve.

La bajada hasta la aldea de Suertes, ya en los Ancares, es espectacular por la gran variedad botánica y la intensidad de los colores otoñales. En los alrededores de Suertes hicieron aparición algunos viejos castaños que fueron el prólogo de lo que veríamos los días siguientes. Junto a ellos, abundantes pastizales para alimento de ganado, vacuno sobre todo. El camino de Suertes a Pereda de Ancares, final del recorrido, no tiene desperdicio por el impacto, una vez más, de la flora autóctona en la estación otoñal.

Llegada a Pereda de Ancares a las 16h. Tras pasar por Fabero marchamos a Villafranca del Bierzo donde nos alojamos, también, en un buen albergue como únicos residentes. Cena frente al albergue en el Hostal Méndez.

 JUEVES 15 DE NOVIEMBRE

Muy de mañana salimos hacia Cadafresnas después de desayunar en el Bar  Camino de Santiago de Villafranca y aprovisionarnos de excelente pan en una panadería próxima. La ruta transcurre entre esta aldea y Sobrado. Es una ruta con poca subida 225m. y un fuerte descenso 811m., recorriendo 19’62 km. Día soleado con nubes y menos frío que los anteriores. De hecho no volvimos a tocar nieve.

El primer tramo discurre por pista de tierra y por un paisaje poco arbolado pero con unas magníficas vistas a la izquierda de la marcha sobre los valles que vierten hacia el río Valcarce (discurre paralelo a la A6 entre Villafranca y Piedrafita ya en Galicia). De nuevo se repite la combinación de colores propia del otoño, junto con las pequeñas aldeas con tejados de pizarra (pensamos que son Moral de Valcarce, Villar de Corrales y Dragonte, entre otras).

La ruta nos lleva, más adelante, hasta la aldea de Viariz (por donde pasa la carretera que nos condujo por la mañana a Cadafresnas) y es en las proximidades de esta aldea y en el descenso hasta Hornija cuando nos encontramos con los castaños más espectaculares, todos con las hojas de color amarronado, con el suelo cubierto de erizos llenos de castañas y de las propias castañas. En las casas de las aldeas se procedía al secado mediante estufas de las castañas recién recogidas para su conservación y venta. En Hornija tuvimos un agradable encuentro con el vino y el embutido del país cortesía de Dionisia y Monolo.

Los bocadillos de la comida los tomamos en La Ribera, a orillas del río Selmo. A partir de este punto, la llegada a Sobrado se realiza por la margen derecha del río, una vez cruzado el puente, por una senda preciosa que transcurre siempre paralela al cauce a través de la frondosa vegetación de ribera.

En Villafranca, sesión de vinicultura berciana (variedad mencía) en el bar Mi Tienda y, a continuación, racioncita de cocido berciano y otros manjares en el restaurante Don Nacho. Tan espectaculares ambas cosas como los paisajes recorridos durante el día.

 VIERNES 16 DE NOVIEMBRE

Hoy toca la ruta más larga y con mayor desnivel acumulado de subida. Es la etapa reina de la expedición. Comienza en Las Médulas y finaliza en Peñalba de Santiago, a unos de 32 km. de distancia. El ascenso acumulado va a estar en los 1.200 metros.

Como teníamos previsto visitar la zona de Las Médulas en otro momento, decidimos comenzar la ruta desde lo alto de estas minas, concretamente en el mirador de Orellán (940 metros de altitud). Antes de las 9h. ya estábamos preparados para comenzar a caminar pero, previamente, dedicamos varios minutos a esa maravilla que son Las Médulas vistas desde el citado mirador en otoño. Huelga cualquier comentario a lo que muestran las fotos adjuntas.

La ruta hacia Peñalba de Santiago transcurre en más de la mitad del recorrido por pista cómoda de caminar, con consecutivos tramos ascendentes y descendentes. En ocasiones crestea y en otras los montes Aquilianos quedan a la derecha o a la izquierda de la marcha. El día, frío en esos momentos, amenazaba lluvia y, finalmente, a unos 12 km de la salida comenzó a caer una suave llovizna. Cuando la ruta que seguíamos contactó con el final de la carretera León LE-158/4, la llovizna había desaparecido y decidimos parar para comer en una zona de esparcimiento con fuente situada a unos 400 metros junto a la citada carretera. Tras recuperar fuerzas y secarnos someramente, desandamos los 400 metros y retomamos la ruta dirección a Peñalba.

A partir de este momento, cuando faltarían algo menos de la mitad del recorrido, comenzó la parte más espectacular de la ruta con la aproximación a Montes de Valdueza, pequeña aldea que coge el nombre de los montes que la circundan. En el descenso final al pueblo dejamos la pista que transitábamos y seguimos por una trocha que acortaba el camino y nos llevó a zonas con vegetación de fantástica.

En Montes de Valdueza visitamos la aldea, con muestras interesantes de arquitectura popular, y los restos del Monasterio de San Pedro de Montes.

 A partir de aquí la ruta asciende, al principio de forma suave, por la ribera del arroyo de Pico Tuerto camino de Peñalba de Santiago. Se cruza, a la salida de Montes de Valdueza, uno de los conjuntos de castaños más espectaculares de todas las rutas realizadas. Luego, un espeso bosque también de castaños, altos y de troncos delgados buscando la luz. Más adelante se pasa a la margen derecha del arroyo y se acomete la última dificultad del camino del día, la ascensión de 335 metros en 2 kilómetros hasta pasar un collado que nos lleva al Valle del Silencio en el que se sitúa Peñalba de Santiago.

Los últimos kilómetros hasta Peñalba conducen, hasta cruzar el arroyo del Silencio, a través de frondosas zonas de bosque bajo y, ya en la ribera, de arboledas propias de la zona. A la derecha del camino se alzan altos peñascos y se contempla al fondo el valle del Silencio.

Desde Peñalba de Santiago, casi ya de noche, partimos de vuelta con la furgoneta hacia Villafranca. Cena temprana, cansados, en el Hostal Méndez.

 SÁBADO 17 DE NOVIEMBRE

Camino de la Herrería - Retorno a Valencia

Este último día teníamos dos alternativas de salidas (Las Médulas o la Senda de las Herrerías) pero, lamentablemente, amaneció lloviendo y, a pesar de esperar hasta las 10h desayunando con tranquilidad, continuó lloviendo con intensidad. Por ello, decidimos dirigirnos de vuelta a Valencia adelantando un día el regreso.

El viaje fue todo bien. Incluyo, es importante reseñarlo, una parada en Arévalo con comida de cochinillo y cordero (bien regados de vino) y paseo por el pueblo antes de volver a tomar la furgoneta y llegarnos a Valencia. Se adjunta fotografías que dan fe de lo acontecido en Arévalo.

Termina el viaje y todos asumimos que tendrá segunda e incluso tercera parte. Son muchas las etapas que quedan por hacer de La Mirada Circular y, si son del mismo nivel que las realizadas en esta primera salida –así lo esperamos-, merecerá la pena recorrerlas.